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10 escuadras de tres entidades del país, cinco del Distrito Federal (España, Asturias, América, Atlante y Marte), dos de Jalisco (Guadalajara y Atlas), y tres más de Veracruz (ADO, Veracruz y Moctezuma), iniciaron la época del balompié profesional en nuestro país. Para 1922 la Liga Nacional y la Liga Mexicana se vuelven a unir terminando con sus rencillas, lo que daría paso a la formación de la Liga Mayor del DF y de la Federación Central de Fútbol, antecedente directo de la Federación Mexicana de Fútbol que llegaría cinco años después. En Valparaíso la FAC inició la Challenge Cup en 1896 -el «primer campeonato oficial en Chile»-, mientras que en el resto del país la actividad constaba de partidos amistosos. Ingleses, franceses, belgas y escoceses fueron regando la semilla del Fútbol del centro al norte del país y hacia el puerto veracruzano; la fiebre había comenzado, pero había mucho tramo por caminar.

El primer campeón de ese incipiente Fútbol Mexicano, sería el Orizaba con la garra de sus jugadores escoceses que entre tiempo y tiempo paraban para degustar canapés y whisky; a partir de ese momento, la redonda ya sólo giraría para crecer. Como era de esperarse, el poder económico de los equipos de origen español les permitía estar reforzados por jugadores ibéricos y argentinos, camiseta ronaldo al nassr lo que dio los primeros títulos a sus escuadras. Pero antes de que se pudiera dar el primer campeonato ya de forma nacional, o una liga estructurada y definitiva, las rencillas entre los españoles (con sus respectivos equipos), monárquicos o republicanos, provocó que en 1919 se formara la Liga Nacional a la par de la Liga Mexicana, luego de que el España se separara por considerar que no se les respetaban sus garantías y derechos. Este último, se convirtió al final; en el primer máximo anotador de la Liga Nacional de Fútbol de Honduras. Así mismo, a partir de esta temporada el número máximo de jugadores inscritos por plantilla se amplía de 22 a 25 fichas federativas.

Circunstancias sin embargo que fueron en detrimento de los jugadores españoles que vieron como cada vez llegaban más jugadores de diversas nacionalidades. Esos años vieron surgir a un equipo de época, el que marcó ese tiempo, el que hizo crecer a los otros y que de nombre llevaba historia, el Club España. Sin embargo, ese ritual que los pueblos indígenas mantenían con el juego de pelota se vio en el olvido con La Conquista y en La Colonia, sólo hasta los albores del siglo XX renacería con la influencia de los migrantes británicos que desde su isla trajeran de nuevo esa pasión. Es por eso, que el entrenador Hernán Darío Gómez sería oficializado como el nuevo seleccionador. Nombres como el de Chava Reyes, Jaime El Tubo Gómez, El Bigotón Jasso, Héctor Hernández, El Tigres Sepúlveda, todos ellos con los rojiblancos, así como Antonio La Tota Carbajal, Alfonso Portugal, José Alves, Raúl Cárdenas y técnicos como Nacho Trelles y Javier de la Torre fueron ganado terreno a las antiguas glorias como Horacio Casarín y El Pirata Fuente. Los españoles, residentes añejos de La Ciudad de los Palacios, midieron las esféricas y las bajaron con el pecho para formar clubes, canchas, reglas y estadios con la Liga Amateur del Distrito Federal, o Liga Mayor, que en las primeras dos décadas dejaría el terreno exacto para que el pueblo mexicano se encaminara hacia el gol.

Al principio y al final de todo siempre ha estado el aficionado, ese ser anónimo que canta, grita y llora en los estadios; el que funda religiones entorno a sus colores; el que sostiene con su pasión a este deporte; el único depositario de toda esta evolución. Ese equipo jugaría en 1904 junto al Orizaba AC, el Reforma AC, el British Club AC, México Cricket Club el primer Torneo de la Liga Amateur de Football Association fundada dos años antes por Percy C. Clfford. Ese gol llevó los nervios a la afición del Rayo pero no al equipo de Iraola, que supo gestionar esos minutos finales con tranquilidad. El Valencia, con más llegada de lo que dice el marcador, aunque con nefasta puntería, suma ya seis partidos seguidos sin ganar. El conflicto de la Guerra Civil en España desencadenó la llegada de jugadores vascos y catalanes de gran nivel a la Liga Mayor, lo que abrió las puertas del profesionalismo en nuestro balompié. Dos hechos antecedieron la llegada de la década del 70, la coronación en la Temporada 68-69 de un equipo nuevo como lo era la Máquina Celeste del Cruz Azul y la inauguración del Estadio Azteca en 1966. Sin olvidar que escuadras como la de Toluca había conseguido en la década pasada ya un bicampeonato, y que los Pumas de la UNAM ganarían su lugar en la Primera División tras obtener el ascenso de la Segunda División.